"Casa vinagre" desde el PULPITILLO

En una tarde de Marzo ,Dios mediante, tomamos la decisión , mi amigo Segundo Galvez y un servidor, de dar un puesto de macho perdiz, desde la "Casa Vinagre " Labranza en ruinas con algunas paredes de pie , pero que nos serviría de forma accidental de refugio para dar el puesto de la tarde , con nuestro reclamo " el extremeño" ,pájaro de cuatro celos , que nos regalaron el año pasado un amigo de Navalmoral de la Mata, teníamos fe en este cuchichero y la experiencia nos decía que no iba a ser malo, como así ocurrió.
Estando todo el año en mi casa, sabía de sobra, como tenerle a tono para cuando comenzara la temporada del Reclamo con perdiz macho, una alimentación adecuada y un lugar en mi casa, que no pasara ni frio, ni calor, a temperatura de ambiente.
Llegada su hora de salir al ruedo, esperábamos con toda la ilusión que no nos fallaría, como así ocurrió a la hora de dar un puesto con el cuchichero.
La tarde era fría y con mucho viento, sabíamos que no era la mejor tarde, pero con ilusión y con todas las ganas de probar este pájaro, pudo con los dos y decidimos colocar el extremeño en el pulpitillo, en una oliva nueva que teníamos a distancia desde una pequeña ventana, desde "Casa vinagre".
Todo colocado, y el viento que no paraba, decidimos colgar al pájaro, pasaron unos minutos y el extremeño salió de cañón, con alguna intersección de callada.
Pasaban los minutos y el pájaro no dejaba de cantar de cañón, ya empezó a cuchichear y piñonear, ya había levantado a las perdices del campo, ya teníamos baile / como diría mi amigo Pedro Alonso / al cabo de una ratito acudieron las perdices, primero el macho con el ala arrastras, levantando tierra, con mucho celo, seguidamente la dama, muy recelosa ella de lo que estaba viendo.
Tras un rato, el pájaro de campo se posiciona encima de la jaula del extremeño , comienza una bonita pelea de tu a tu , cada uno picaba donde podía , así durante cuarenta y cinco minutos interminables, nadie daba su brazo a torcer, era una gran pela entre dos pájaros en celo , para llevarse a la dama.
Decidimos matar a la hembra, con el fin de ver si el pájaro de campo decidía bajar desde lo alto de la jaula, pero nada de nada bajo cuando él quiso.
Pasado este tiempo, se bajo y vino hacía la ventana que estábamos nosotros, parecía que se metería con nosotros, decide Gálvez apretar el gatillo y cuál es nuestra sorpresa, que disparo y el pájaro no se inmuto, parecía que tenía un chaleco antibalas, Segundo perplejo de aquel disparo, con cara de circunstancias.
Dame otro cartucho, me decía.... preparo la escopeta y presto volvió a disparar,
le paso lo mismo , el pájaro del campo , ni se inmuto, seguía entero, como si los cartuchos , no tuvieran perdigones, solo la pólvora.
A todo esto el extremeño, dale que te dale, sin dejar de "recibir" y sin dejar de cantar, con un cuchicheo bajito, solo movía el gaznate, como los buenos pájaros.
La faena estaba hecha, Gálvez volvió a apretar el gatillo de esa escopeta del 28, que me regalo Dolores, cuando Pedro falleció, ya era el tercero, y dejo al macho del campo barrido por el tiro, ahora si estaba patas arriba, a todo esto el aire cada vez más fuerte, el extremeño le realizo un canto de muerte y decidimos descolgar al pájaro, ya había cumplido con creces, su primer puesto en tierras castellanas.
Mi admiración a este gran cazador, Segundo Gálvez, que nuca había fallado una patirroja desde la tronera con su escopeta y esta vez necesito tres disparos.
Magia, suerte, casualidad en fin todavía no lo hemos descubierto, pero esto paso así como se lo he contado , por su puesto nuestro pájaro cumplió , con dos orejas y una vuelta de honor al ruedo.

Desde el Pulpitillo...........mi más sincero agradecimiento a mi amigo Segundo Gálvez.
HASTA UNA PROXIMA, SALIDA AL CAMPO..........